En algunas ocasiones pude darse el caso de que no queremos que nuestro CentOS donde corre el Nagios actualice el Kernel. Esto suele darse en entornos donde versiones de Kernel pueden no estar “oficialmente” soportadas.

Basta con editar el fichero:

/etc/yum.conf

En este fichero de configuración del Yum podemos modificar parámetros como la ruta del log o añadir excepciones, que es lo que nos interesa en este caso.

Para evitar que actualice el Kernel, bastará con añadir:

exclude=kernel*

De esta manera cuando realicemos un update desde el yum ignorará todas las entradas nuevas del Kernel.