La monitorización se puede afrontar desde diferentes visiones o puntos de vista. Los técnicos de sistemas necesitan tener controlados los dispositivos a nivel de hardware. Mientras que, los desarrolladores necesitan controlar el funcionamiento de las aplicaciones. Además, todo esto también dependerá del grado de madurez de la monitorización dentro de la empresa.

Por ello, nuestra propuesta es la de monitorizar por capas. Así englobamos los diferentes puntos de vista y la complejidad en un solo criterio.

Capa hardware

Una subida de temperatura puede afectar el funcionamiento de un equipo, y conocer el estado de las baterías de un SAI hará que se reemplazan antes de que den problemas. Por eso es importante empezar la monitorización por la parte más básica, el hardware, y así tener controlados indicadores como la temperatura, los ventiladores o la fuente de alimentación.

Capa virtualización

Esta capa solo es necesaria si el servidor que se quiere monitorizar se encuentra en un entorno de virtualización. Monitorizar es relevante, ya que si da error, todo lo que contenga también fallará, y puede ahorrar mucho tiempo buscando un problema en un servidor cuando está en la virtualización.

Capa de sistemas

Si se parte de cero en monitorización, lo primero que se debería de controlar es si los equipos están vivos o no. Con un simple PING a un servidor se marca una gran diferencia al dar visibilidad sobre este. A este PING se le pueden añadir otros indicadores de buen funcionamiento del equipo como la carga de CPU, el espacio de la memoria o el de las unidades.

Capa de servicios

La siguiente capa, que añade un poco más de complejidad a la monitorización y suma otro punto de vista, es la de servicios. Cada equipo de la infraestructura tiene un propósito, y para ello es necesario que tenga en funcionamiento algún servicio, ya sea genérico (como el Firewall) o más específicos (como el MsSQL). Conocer el estado del servicio que da sentido al equipo indicará si puede haber o no un problema con la aplicación que lo utiliza.

Capa de aplicación

Y finalmente llegamos a la última capa que hay que añadir a la monitorización. Es en este punto donde se agregan los indicadores necesarios para saber que las aplicaciones están funcionando de forma correcta, si una web ofrece la información que corresponde o si la base de datos devuelve los datos requeridos.

Capa de Servicios de Negocio

Además de las capas descritas, también podríamos hablar de la ‘capa de servicios de negocio’. Esta última daría visibilidad sobre un recurso IT de la empresa como podría ser la conexión a internet o el correo electrónico. Su aplicación conlleva tener el resto de las capas implementadas con anterioridad y discutir qué indicadores serían los que mostraran que un servicio de negocio está funcionando o no.

Con este sistema, tanto si se empieza a monitorizar como si ya es una herramienta en funcionamiento, se puede crear un roadmap o itinerario a seguir. Esta hoja de ruta facilita así la tarea de decidir la priorización de los indicadores a añadir a la monitorización.